Mantenimiento en una yarda de transporte: así se prepara el terreno para operar sin fallas
En una yarda de tráileres, el terreno lo es todo. Si la superficie está mal nivelada, polvosa o floja, las unidades batallan para maniobrar y los riesgos aumentan. En la imagen capturada se muestra un proceso clave: la compactación y humectación del suelo, una tarea esencial para mantener la yarda en condiciones óptimas.
1. Humectación del terreno con camión cisterna
Lo primero que destaca es el camión de agua regando el suelo.
¿Por qué es tan importante?
Porque el agua controla el polvo y, más importante aún, ayuda a compactar la tierra para que quede firme y uniforme. Esto evita que se formen hoyos, desniveles o zonas blandas donde los tráileres podrían atorarse o desgastar las llantas.
2. Trabajo coordinado con maquinaria pesada
Detrás se alcanza a ver maquinaria adicional. Aunque esté más lejos en la foto, esto normalmente indica que antes del riego hubo nivelación o movimiento de tierra.
Ese combo —máquina que jala y acomoda tierra + camión que riega— es lo que permite dejar el terreno parejito y resistente.
3. Supervisión y ajustes operativos
También se ve personal caminando alrededor del área. Ellos se encargan de:
Revisar que el riego sea uniforme.
Señalar zonas que necesitan más nivelación.
Asegurar que la maquinaria se mueva con seguridad.
Este paso es clave porque una yarda mal supervisada puede terminar con zonas mal compactadas que después cuestan tiempo y dinero.
4. Reducción de polvo y mejora en la maniobrabilidad
El polvo excesivo no solo afecta la visibilidad:
Se mete a los sistemas de frenado.
Daña filtros de aire.
Reduce la tracción en maniobras.
Con el tratamiento mostrado en la imagen, la yarda queda con mejor agarre, menos desgaste y mayor estabilidad para las unidades.
5. Condiciones del entorno
La imagen muestra un día totalmente despejado, lo cual es ideal para este tipo de mantenimiento.
¿Por qué?
Porque el agua se absorbe mejor y la tierra compacta más rápido, acelerando todo el proceso.
6. Preparación para mayor flujo de unidades
Una yarda bien compactada permite:
Entradas y salidas más ágiles.
Menos atasques e incidentes.
Más capacidad para recibir carga pesada sin deformar el suelo.
Al final, este mantenimiento no es un lujo: es parte del ritmo de trabajo de cualquier empresa de transporte que busca operar sin contratiempos.